martes, 18 de diciembre de 2018

PRAGA DE NOCHE

Después de pasar un día estupendo en Karlovy Vary, llegamos a Praga con ganas de dar otra vuelta y ver la Casa Danzante de Praga, que se se encuentra cruzando el Puente Jiráskuv, a orillas del río Moldava y es uno de sus edificios más jóvenes, pues fue construida a finales de los noventa, y sin embargo se ha hecho un hueco entre las muchas iglesias y puentes medievales de la ciudad, convirtiéndose en uno de sus lugares más emblemáticos. De estilo deconstructivista, la Casa Danzante está compuesta por dos edificios entrelazados: el primero es una torre de cristal que se estrecha hacia la mitad; el segundo es fácilmente reconocible por sus ventanas no alineadas y sus formas curvas, que contrastan con las casas adyacentes. En su día, los arquitectos artífices de la Casa Danzante la rebautizaron como Fred & Ginger por la semejanza de su forma con las figuras de estos famosos bailarines de Hollywood, que protagonizaron tantos musicales.



Nuestro guía nos comentó que había una taberna que no podíamos dejar de visitar,"Pivovar U Fleku", y que estaba cerca de la Casa Danzante, así que para allá que fuimos.
El lugar es bonito, típico, con un acordeonista tocando en directo, la cerveza negra que es casera está riquísima ¡eso es cierto! ¡a mi me encantó! pero te ofrecen un chupito que luego te cobran y te meten una clavada buena, se aprovechan de los turistas un montón. En fin... pagamos la novatada, que se le va a hacer.




Seguimos paseando por la orilla del río y llegamos al "Teatro Nacional", un edificio grandioso.



Y ya nos vamos a cenar a nuestro hotel, que hay que descansar, que mañana partimos hacia Budapest.
Anina.

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