miércoles, 26 de septiembre de 2012

25 de septiembre, versos para lotófagos (ISMAEL SERRANO)

Este jardín baldío que será el paisaje que habitamos
necesita de tu camino sin ortigas ni avisperos.
Cuánta melancolía entre el rumor
de furgones policiales y de escudos,
cuántas ganas de estrellar el cántaro en el suelo,
abandonar el surco que lleva hasta la fuente
y rodear con antorchas el palacio de otoño.

La casa está incendiándose y ellos señalan la cama sin hacer

y recuperan el blanco y negro de los nodos y los cuervos.

Dónde está el poeta aquel que señale al rey desnudo,

dónde las canciones y las crestas coloreadas,
melodías de los clash como un adaggio
nocturno de tierras subterráneo.

Nueva York sin Lorca es una estatua sin antorcha ni pasado

y un registrador de la propiedad sonríe desde la tribuna
y habla de una España inventada: silenciosa y silenciada.

“Quiero felicitar a los cuerpos de seguridad del estado”

dices tan rubia y tan lejana,
tan miércoles de ceniza y vivaespaña,
tan tarde de pilates y barrio Salamanca.

Neptuno atlético, vencido, acorralado

regala su tridente al indignado
y así estamos rezando al dios del mar
para que sople las velas de tu barco
y te salve del exilio que elegiste
al comer la fruta del árbol Loto.

En tu ausencia te diré

que cíclopes y dioses asediaron nuestra casa,
 que tratamos de salvar los muebles y la vida,
que este jardín baldío
que será el paisaje que habitamos
te espera con la lluvia de este otoño.
Un otoño de comienzos y bigbanes
en que el mundo entero está mirando
tu regreso, tus dudas, tu lamento,
tu hueco en el jardín abandonado.

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