El Observatorio del Diseño y la Arquitectura reúne a diferentes expertos para desarrollar durante un año distintas estrategias de innovación.
El Taller para la Innovación Social y el Desarrollo de Productos Arquitectónicos Sostenibles, un espacio de debate e investigación impulsado por la Consejería de Cultura y dirigido por el arquitecto José María Torres Nadal, expuso ayer algunas de las líneas de trabajo con las que quieren reflexionar sobre lo que han definido como «esa construcción de lo nuevo».
El taller incorpora a los agentes sociales del ámbito académico, económico y empresarial en un proceso de colaboración que permita desarrollar «amplias y profundas estrategias de innovación a todos los niveles y en los más amplios campos posibles», según el director general de Promoción Cultural, Antonio Martínez.
Por su parte, el arquitecto Torres Nadal argumenta que la intención de estos talleres es analizar la sostenibilidad como «una cuestión social y técnica, con la intención de colocar a la Región de Murcia en una posición avanzada en cuestiones de sostenibilidad, con toda clase de recursos conceptuales y técnicos». «Se trata -añade- de otra manera de pensar el territorio, de otra manera de pensar la ciudad; de reflexionar sobre los elementos que yo creo que son clave: los modos de vivir y cómo la sostenibilidad puede transformar los modos de producir, de pensar y de trabajar».
El taller, que se dividirá en siete proyectos o líneas de trabajo, presentará en junio sus primeras conclusiones y se explicará «en qué se ha invertido el dinero público». «El ciudadano tiene el derecho de saber y nosotros la obligación de explicar en qué se ha gastado el dinero de la Comunidad Autónoma», subraya Torres Nadal.
En diciembre se presentarán de una manera más avanzada los trabajos y, finalmente, en mayo del próximo año, se presentarán las conclusiones finales de la investigación, posiblemente en la Bienal de Arquitectura de Venecia, donde Murcia podría contar con un pabellón propio en el que la sosteniblidad sería la gran protagonista.
Menos contaminación
Para el arquitecto Torres Nadal, esa «construcción de lo nuevo» es una cuestión «difícil de definir, pero que tiene que estar fuera de las grandes afirmaciones; es una construcción en proceso y, sobre todo, colaborativa. Necesita el acuerdo de arquitectos, constructores, académicos, empresarios, estudiantes, políticos, médicos... Lo que estamos haciendo en este momento es tratar de encontrar ciudadanos que deseen vincularse con el proyecto».
Y, ¿es posible una arquitectura ecológica, una arquitectura realmente capaz de reducir las emisiones de CO2? Dice Torres Nadal que «por supuesto». «España tiene un gran compromiso en el 2020, eso que se ha llamado el 20.20.20 y que se trata de que todos los edificios reduzcan en un 20% sus emisiones de CO2 y que el 20% de su uso energético provenga de energías alternativas. La arquitectura, es imprescindible, debe desarrollar nuevos prototipos para convertir los edificios en plantas verdes», argumenta.
En plena crisis, ¿hacia dónde miran los arquitectos? «Como todos los ciudadanos de buena fe y todos los políticos responsables, a que la salida de la crisis nos lleve a encontrar modos de vivir, de producir y de pensar mucho más felices que los que teníamos. Se trata de llegar a la conclusión de que es necesiario no volver a pasar por situaciones similares y que los modelos de utilización territorial, los modelos del uso de la ciudad, de gestión económica, educativa y cultural tienen que ser distintos», apunta.
«Las preocupaciones medioambientales, todo aquello que se relaciona con la sostenibilidad, son las que pueden aportar soluciones y alternativas».¿No llegamos tarde a esa ciudad sostenible? «No sé si llegamos tarde o no. Lo que tenemos es lo que hay y, en cualquier caso, creo que es más interesante, generoso y lúcido pelear por esta cuestión que dejar de pelear porque creemos que hemos llegado tarde», señala.
No casos concretos
Asegura Torres Nadal que los talleres no tienen pretensión de analizar casos concretos (como el macroproyecto de Marina Cope, que también tiene el impulso de la Consejería de Cultura y Turismo), sino «las otras formas de abordar la arquitectura en grandes temas, lo que Naciones Unidas llama tendencias de controversia, como la vejez, emigración, nuevas tecnologías o energías sostenibles».
1. Escalabilidad.
El Taller para la Innovación Social y el Desarrollo de Productos Arquitectónicos Sostenibles, un espacio de debate e investigación impulsado por la Consejería de Cultura y dirigido por el arquitecto José María Torres Nadal, expuso ayer algunas de las líneas de trabajo con las que quieren reflexionar sobre lo que han definido como «esa construcción de lo nuevo».
El taller incorpora a los agentes sociales del ámbito académico, económico y empresarial en un proceso de colaboración que permita desarrollar «amplias y profundas estrategias de innovación a todos los niveles y en los más amplios campos posibles», según el director general de Promoción Cultural, Antonio Martínez.
Por su parte, el arquitecto Torres Nadal argumenta que la intención de estos talleres es analizar la sostenibilidad como «una cuestión social y técnica, con la intención de colocar a la Región de Murcia en una posición avanzada en cuestiones de sostenibilidad, con toda clase de recursos conceptuales y técnicos». «Se trata -añade- de otra manera de pensar el territorio, de otra manera de pensar la ciudad; de reflexionar sobre los elementos que yo creo que son clave: los modos de vivir y cómo la sostenibilidad puede transformar los modos de producir, de pensar y de trabajar».
El taller, que se dividirá en siete proyectos o líneas de trabajo, presentará en junio sus primeras conclusiones y se explicará «en qué se ha invertido el dinero público». «El ciudadano tiene el derecho de saber y nosotros la obligación de explicar en qué se ha gastado el dinero de la Comunidad Autónoma», subraya Torres Nadal.
En diciembre se presentarán de una manera más avanzada los trabajos y, finalmente, en mayo del próximo año, se presentarán las conclusiones finales de la investigación, posiblemente en la Bienal de Arquitectura de Venecia, donde Murcia podría contar con un pabellón propio en el que la sosteniblidad sería la gran protagonista.
Menos contaminación
Para el arquitecto Torres Nadal, esa «construcción de lo nuevo» es una cuestión «difícil de definir, pero que tiene que estar fuera de las grandes afirmaciones; es una construcción en proceso y, sobre todo, colaborativa. Necesita el acuerdo de arquitectos, constructores, académicos, empresarios, estudiantes, políticos, médicos... Lo que estamos haciendo en este momento es tratar de encontrar ciudadanos que deseen vincularse con el proyecto».
Y, ¿es posible una arquitectura ecológica, una arquitectura realmente capaz de reducir las emisiones de CO2? Dice Torres Nadal que «por supuesto». «España tiene un gran compromiso en el 2020, eso que se ha llamado el 20.20.20 y que se trata de que todos los edificios reduzcan en un 20% sus emisiones de CO2 y que el 20% de su uso energético provenga de energías alternativas. La arquitectura, es imprescindible, debe desarrollar nuevos prototipos para convertir los edificios en plantas verdes», argumenta.
En plena crisis, ¿hacia dónde miran los arquitectos? «Como todos los ciudadanos de buena fe y todos los políticos responsables, a que la salida de la crisis nos lleve a encontrar modos de vivir, de producir y de pensar mucho más felices que los que teníamos. Se trata de llegar a la conclusión de que es necesiario no volver a pasar por situaciones similares y que los modelos de utilización territorial, los modelos del uso de la ciudad, de gestión económica, educativa y cultural tienen que ser distintos», apunta.
«Las preocupaciones medioambientales, todo aquello que se relaciona con la sostenibilidad, son las que pueden aportar soluciones y alternativas».¿No llegamos tarde a esa ciudad sostenible? «No sé si llegamos tarde o no. Lo que tenemos es lo que hay y, en cualquier caso, creo que es más interesante, generoso y lúcido pelear por esta cuestión que dejar de pelear porque creemos que hemos llegado tarde», señala.
No casos concretos
Asegura Torres Nadal que los talleres no tienen pretensión de analizar casos concretos (como el macroproyecto de Marina Cope, que también tiene el impulso de la Consejería de Cultura y Turismo), sino «las otras formas de abordar la arquitectura en grandes temas, lo que Naciones Unidas llama tendencias de controversia, como la vejez, emigración, nuevas tecnologías o energías sostenibles».
1. Escalabilidad.
2. Golf Productivo.
3. Energías del Mar.
4. Encoger
5. Badlands Rain
6. Urbanizar la vejez.
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