León acapara los 180 millones de euros de la UE para la captura de CO2 en España. La planta de El Bierzo, que superó al proyecto asturiano en la carrera por la investigación del «carbón limpio», ya tiene asegurada la financiación.
El Consejo Europeo que se clausuró ayer en Bruselas ha dado el visto bueno a una inversión inicial de 1.050 millones de euros para la puesta en marcha de varias plantas de referencia continental en materia de captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2). Una de estas instalaciones es la que impulsan la Ciudad de la Energía de Ponferrada y Endesa para la central leonesa de Compostilla II, en la comarca de El Bierzo, que se lleva 180 millones de ayudas europeas y se confirma, de nuevo, como el gran referente español en la materia, muy por encima de las iniciativas que se llevan a cabo en Asturias o en Aragón. La inyección económica aprobada ahora sale de un fondo europeo para el fomento del empleo ligado a iniciativas energéticas. Así, y dejando a un lado la partida leonesa, de los 337,5 millones que percibe España, 112 van al desarrollo de una interconexión eléctrica con Francia y 45 para las el gasoducto entre Europa y África.
Con su decisión a favor del desarrollo de las plantas experimentales de secuestro de dióxido de carbono, el gas que más contribuye al efecto invernadero, el Consejo no sólo da un impulso decisivo a un futuro del carbón ligado a la combustión limpia, sino que también refuerza el reciente acuerdo de la Comisión Europea para autorizar los primeros grandes proyectos de investigación sobre CO2. Con León liderando la primera candidatura oficial conjunta de España y Portugal, Asturias queda fuera de los grandes equipamientos continentales para la investigación sobre carbón limpio. Pese a la indudable relevancia de los estudios que desarrollan el Instituto Nacional del Carbón (Incar), lo cierto es que las iniciativas impulsadas desde la región no han logrado el respaldo político y empresarial necesario. La pequeña planta piloto que Hunosa y Endesa proyectan para la localidad mierense de La Pereda no tiene, ni de lejos, la talla necesaria para optar a un equipamiento de referencia continental.
Además de la Fundación Ciudad de la Energía de Ponferrada, en un primer momento recibieron respaldo comunitario los proyectos de Alemania (Huerth y Jaenschwalde), Holanda (Eemshaven, Rotterdam y Rotterdam II), Polonia (Belchatow) y Reino Unido (Kingsnorth, Tilbury, Hatfield y Longannet, esta última impulsada por una filial de la española Iberdrola). Además, posteriormente, también fueron autorizadas una iniciativa francesa y otra italiana. Todas ellas responden a ambiciosos planes para aplicar los últimos avances sobre carbón limpio en centrales térmicas de escala real y dotadas con dispositivos de captura y almacenamiento de CO2. Su capacidad es variable, oscilando entre los 450 megavatios de la de Huerth a los 3.390 megavatios de la de Longannet. El complejo del Bierzo, de 500 megavatios, está entre los menos potentes, equiparable al de Jaenschwalde y superado por todos los demás, que se van hasta los 800, 858, 900 1.080, 1.600 y los 3.390 de una de las plantas británicas. En La Pereda está prevista una potencia de un megavatio.
A rebufo de la Ciudad de la Energía de Ponferrada, y ante la aparente inacción del Principado, Aragón está tomando ya posiciones para 2015, cuando, según los expertos, Europa autorizará nuevos proyectos de captura y almacenamiento de CO2, que, en principio, recibirán apoyos económicos obtenidos con cargo al mercado continental de derechos de emisión. Lo cierto es que Aragón lleva mucho tiempo desarrollando, a través de Endesa, un ambicioso proyecto de combustión limpia de carbón. Su consejero de Industria, Arturo Aliaga, ya dejó claro hace unos cuantos meses que la comunidad autónoma aspira a formar parte «del ambicioso proyecto que se desarrolla a nivel internacional». Es más, avanzó que, en función del resultado de las investigaciones para localizar zonas con capacidad para convertirse en almacenes de CO2, el Ejecutivo regional está dispuesto a impulsar una central de carbón limpio de 500 megavatios. En principio, la central aragonesa con captura de dióxido de carbono se ubicará en la localidad turolense de Andorra.
José A. ORDÓÑEZ - imagen/fuente: www.lne.es
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